Lección 01 Saliendo de la inmadurez
Discipulado #01
Sal de la inmadurez
“Porque debiendo ser ya maestros después de tanto tiempo, tenéis necesidad de se os vuelva a enseñar cuales son los primeros rudimentos de la palabra de Dios y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche y no de alimento sólido”. Hebreos 5:12
Hay una gran necesidad espiritual en muchos creyentes especialmente por falta de madurez.
La falta de madurez en muchos cristianos hace que se cometan errores que afectan la vida no solo de ellas si no de los que le rodean.
El presente discipulado tiene la finalidad de identificar cuáles son las áreas de tu vida que necesitan madurar para que puedas crecer de forma correcta y ver el cumplimiento del plan de Dios en ti.
Como creyentes debes aprender la importancia de ser maduros para tomar decisiones correctas que te permitan estar firmes en medio de la adversidad.
Una definición de inmadurez.
“ El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos”. Santiago 1:8
Se define inmadurez como la falta de madurez. La inmadurez es una característica que posee un ser humano cuando no está completamente desarrollado a nivel mental o emocional.
Se dice que un fruto no está maduro cuando todavía está verde o le falta terminar el proceso de maduración para que pueda servir de alimento.
Inmadurez proviene del latín” in “que es una negación y “maturus” que significa maduro.
El término madurez está ligado a sensatez, prudencia, y buen juicio.
Las características propias de una persona inmadura son:
ü Falta de juicio.
ü Falta de responsabilidad.
ü Falta de sensatez.
ü Falta de lógica.
ü Falta de reflexión.
ü Falta de prudencia.
Podríamos mencionar más características de una persona inmadura, pero estas son las principales con las cuales trabajaremos. La inmadurez puede aparecer como una
característica negativa en una persona que no es bien recibida en determinadas situaciones.
El adjetivo inmaduro suele usarse hacia una persona que actúa como si tuviera menos edad de la que tiene.
Las personas inmaduras no se conocen bien a sí mismas, no saben de qué son capaces desconocen sus defectos, sus límites y también sus virtudes. Las personas inmaduras no son equilibradas emocionalmente, son inestables y caprichosas. Las personas inmaduras no son firmes, es decir, se derriban con cualquier situación.
Les cuesta comprometerse y ser responsables.
De manera que una persona inmadura es aquella que en lo emocional y en su conducta muestra incapacidad para hacer las cosas de acuerdo con lo establecido por Dios en su palabra. Es aquella que a causa de sus indecisiones no avanza y no puede ver la victoria en cada situación.
Como dice Santiago 1:8 ser una persona inconstante o variable, de doble ánimo que hoy piensa una cosa y mañana otra, que hoy siente una cosa y mañana otra lo que crea es una atmósfera de inestabilidad espiritual y emocional, muchas veces producto de un trasfondo doloroso.
El doble ánimo no permite ser maduro y consecuente con las decisiones que se toman.
Ejemplos bíblicos de Inmadurez
El pueblo de Israel mientras veía las manifestaciones de Dios le seguía a Dios, y querían servirle, pero inmediatamente que no veían nada, sus lealtades cambiaban.
Dios los había librado de Faraón de la opresión de Egipto, con mano poderosa, pero cuando estaban en el desierto y no veían provisión se recordaban de lo que comían en Egipto de los puerros de las cebollas que comían y querían regresar de nuevo a Egipto sin importarle ni recordar lo que habían vivido allí por generaciones, esto es señal de inmadurez, cuando Dios está a nuestro favor, nos sana y vemos su mano extendida sobre nosotros y vemos que Dios provee, decimos que bueno es Dios, venimos a las reuniones y queremos congregarnos, en lo que no ocurre nada ya nos olvidamos de Dios, esto es señal de inmadurez e infantilismo.
Cuando Moisés estaba en el monte Sinaí y no lo veían bajar, ellos se hacían estatuas e ídolos para seguirle y adorarle. Esto es señal de infantilismo.
El pueblo veía la columna de fuego en el desierto y la nube de gloria que los cubría, veía milagros de provisión, mana que caía del cielo pero no cambiaban su conducta.
Madurez no se adquiere con la manifestación se adquiere con conocimiento de la palabra de Dios.
La manifestación es buena y necesaria pero cuando se carece de conocimiento puede hacer daño. Por eso Dios le dio a Moisés las tablas de la ley para que el pueblo pudiera formarse y crecer en madurez, porque la madurez no se imparte, se enseña.
Mientras Moisés estaba recibiendo las tablas de la ley para formar al pueblo, ellos pensaron que Moisés no volvería más y se desenfrenaron y se apartaron de Dios.
“ Pronto se han apartado del camino que yo les mandé, y se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios y han dicho: Israel, estos son tus dioses que te sacaron de la tierra de Egipto ”. Éxodo 32: 8
La inmadurez del pueblo hace que se olvidaron de lo que Dios ha hecho por ellos y la inmadurez hace que seamos desagradecidos.
Muchas veces nos comportamos como se comportaba el pueblo de Israel, eso habla de nuestra falta de madurez, no porque no lo sintamos, no lo veamos o no le escuchamos, es que Dios no está con nosotros.
La inmadurez hace que seamos removidos de nuestro lugar por falta de convicción.
Al inmaduro le gusta los grandes eventos, los grandes escenarios y que haya mucha manifestación, cuando no
pasa nada reniegas de Dios. Si tu fe depende de la manifestación cuando no pasa nada, reniegas de Dios.
Dices confiar en Dios, pero cuando tienes alguna dificultad te das cuenta de que tus acciones están en el hombre y no en Cristo.
Cuando tu fe está basada en el hombre por tu falta de madurez, ocurre que cuando no te gusta algo de la iglesia dejas de asistir.
En nuestro caminar como hijos de Dios es necesario que nosotros no solo crezcamos si no que maduremos y esto es solo posible cuando anhelamos buscar a Dios y nos sumergimos en su poderosa palabra.
Pst. F. Tranfa