Lo que enseña El nuevo testamento Jesus
LO QUE ENSEÑA EL NUEVO TESTAMENTO
Capitulo 4
Jesús
- JESÚS ES EL HIJO DE DIOS
Dos mil años atrás, apareció un hombre en el escenario de la historia. Él nació en el mundo y creció hasta la vida adulta exactamente como cualquier otra persona. Pero este hombre era diferente a cualquier otro. Él no fue uno ordinario.
Una virgen concibió del Espíritu Santo y lo trajo al mundo. Era Dios hecho hombre, quien vino a la tierra en apariencia humana. Fue el “Hijo de Dios” (Lc 1:26-35).
“En el principio era el Verbo [Jesús] y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios…Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros [y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre], lleno de gracia y de verdad” (Jn 1:1, 14).
- JESÚS VINO AL MUNDO PARA UN PROPÓSITO ESPECIAL
- Para Rescatar A La Humanidad Del Poder De Satanás
“Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lc 19:10). Lea también Colosenses 1:13.
- Para Dar Su Vida En Rescate Por La De Nosotros
“…el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mt 20:28).
- Para Destruir Las Obras De Satanás En Nuestras Vidas
“El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo” (1 Jn 3:8).
- Para Darnos Vida Eterna
“Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida” (1 Jn 5:11, 12). Lea también Juan 3:16, 17 y Juan 10:10.
- Para Darnos Un “Nuevo Nacimiento” Dentro De La Familia De Dios
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Jn 1:12). Lea también 1 Juan 3:1, 2.
- Para Restaurar Nuestra Amistad Con Dios El Padre
“lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo” (1 Jn 1:3).
- JESÚS VINO PARA MOSTRARNOS COMO ES DIOS
“Si me conocieseis [a Jesús], también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto. Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras” (Jn 14:7-11). Lea también Juan 1:18.
- El Nos Mostró El Amor De Dios
“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados” (1 Jn 4:9, 10). Lea también Romanos 5:8.
- Él Nos Mostró El Poder De Dios
- Él Sanó A Los Enfermos, Los Cojos Y Los Ciegos. “Y se difundió su fama por toda Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó” (Mt 4:24). Lea también Juan 9:1-7.
- El Lanzaba Fuera Los Espíritus Del Mal. “Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios, porque le conocían” (Mr 1:34). Lea también Marcos 5:1-17.
- Cristo Ejecutó Milagros. “Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba… [Jesús] levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. [Sus discípulos] temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?” (Mr 4:37-41).
El Resucitaba A Los Muertos. “…Jesús clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir” (Jn 11:43, 44).
- JESÚS COMPARTIÓ NUESTROS SUFRIMIENTOS EN SU VIDA
Durante Su vida sobre la tierra, Jesús experimentó todos los sufrimientos de la vida que nosotros padecemos, y es por tal razón, que él comprende cómo nos sentimos.
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” (He 4:15). Lea también Mateo 8:17.
- JESÚS MURIÓ EN LA CRUZ POR NOSOTROS
Los impíos tomaron al Señor Jesús y lo ejecutaron al clavarle en una cruz de madera como un criminal común.
Él podía salvarse a Sí mismo, pero no lo hizo, ya que era a través de su muerte sobre la cruz, que Dios iba a salvar al mundo. Jesús murió por nosotros (Mr 15:16-39).
“quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados” (1 P 2:24). Lea también Isaías 53:5, 6.
- JESÚS FUE LEVANTADO DE LOS MUERTOS POR NOSOTROS
¡Después de tres días de enterrado en una tumba, Dios levantó a Su hijo de los muertos! (Lea Mateo 28). ¡También hizo esto por nosotros!
“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo…y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús…” (Ef 2:4-6). Lea también Romanos 6:4.
- JESÚS ABRIÓ LA PUERTA DE LOS CIELOS PARA NOSOTROS
Cuando su obra sobre la tierra fue concluida, Jesús regresó al cielo para sentarse a la diestra del Padre. También hizo esto por amor a nosotros, ya que abrió el camino hacia la presencia de Dios para nosotros, donde podemos ir a morar para siempre.
“Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura” (He 10:19-22). Lea también Juan 14:1.3.
MI DECISIÓN
Hoy reconozco que Jesús es el Hijo de Dios y que Él vino al mundo para satisfacer mi gran necesidad de un Salvador. También les contaré a otros que Él vino al mundo con el mismo fin para ellos.