Nuestra identidad en Cristo como Discípulos
Universidad de la Fe
Campus Madrid -Discipulado
Nuestra Identidad en Cristo como discípulos
Cuando alguien nos pregunta quiénes somos, con frecuencia respondemos nuestro nombre, de dónde venimos y lo que hacemos. Aunque esto es verdad, muchas veces no dice realmente quienes somos, sino lo que hacemos y de dónde venimos. Para Dios somos más que eso, para Él somos un tesoro especial y es importante tener una buena autoestima basada en tu identidad en Cristo. Esta es la forma más segura de tener una autoestima saludable.
Errores en los que Basamos Nuestra identidad: A veces basamos nuestra identidad en cosas equivocadas.
1. Nuestra Apariencia: Si tienes un buen aspecto, te puede hacer sentir muy seguro y por el contrario, si no tienes el aspecto que esperabas, puedes sufrir de una baja autoestima.
2. Nuestras habilidades: Si eres bueno en algo y todo el mundo te lo está diciendo te sientes especial y realizado. Es bueno tener dones y talentos y sentirnos bien al respecto, pero eres más que tus logros y no debes dejar que esto te defina.
3. Nuestros nombres y apellidos: Si vienes de una familia muy conocida (hijo de misioneros, ministro reconocido, alguien famoso, etc.) te puedes sentir muy especial o que vales por ello. En el caso contrario, si tu familia no ha tenido buena reputación y hay cosas que te avergüenzan de ella, esto puede afectar lo que piensas de ti, creyendo que no vales. Para Dios somos especiales y únicos personalmente, Él obra en la vida individual de una manera particular y no son nuestras familias o nombres las que nos determinan. La Biblia dice que Él conoce nuestros nombres y tiene un nombre nuevo para cada uno.
4. Nuestros pasados y pecados: Todos hemos pecado y esto puede haber creado una herida que afecta nuestras vidas. Sentir vergüenza o estar pagando las marcas del pecado es algo que puede sucederte. Sin embargo, el pasado no te define. La gracia de Dios, sí lo hace. Porque somos sus hijos, cuando Dios nos ve, ve a Jesús. No nos condena por nuestros
pecados, sino que si los hemos confesado, tenemos libertad en Él y nadie debe hacernos sentir vergüenza o culpa por lo que Dios ya pagó en la cruz. Su gracia maravillosa ha cubierto ese pasado de dolor.
5. Lo que los demás dicen de uno: Esto puede afectar notablemente la autoestima, especialmente cuando recibimos comentarios negativos de personas que tienen un gran
impacto en nuestra vida. Durante la infancia y adolescencia, en donde se es más susceptible, los constantes abusos verbales o calificativos negativos por parte de la gente de nuestro
alrededor pueden haber forjado una autoestima negativa. Cuando llegamos a Cristo, muchas de esas mentiras han caído, pero a veces, aún luchamos con esas frases grabadas en nuestra mente de: “No sirves para nada, eres igual de malo que tu padre, nunca lo lograrás, etc.”.
Incluso podemos oír gente que diga cosas negativas de nuestra persona, y eso puede afectarnos en gran manera.
Si lo que dicen de ti no es verdad, debes rechazar esa mentira y dejar de creerla. Por otro lado, debes creer lo que Dios sí piensa de ti.
Vivimos un mundo cada vez más cambiante, en el que las expectativas de lo que debería ser nuestra identidad cada vez se hacen más exigentes, como creyentes, no estamos exentos de atravesar este tipo de momentos y de pensar que somos lo que hemos visto en estos cinco puntos básicos .
Muchos han perdido la perspectiva de quienes son en Cristo , y la idea es recuperarla a la luz de lo que Dios dice en su palabra .
Por eso y por muchas otras razones, tener clara nuestra identidad en Dios es fundamental.
Permíteme empezar a hablar de este importante tema por definir el significado de la identidad en Cristo
Qué es la identidad en Cristo
La identidad en Cristo es un concepto fundamental en la fe cristiana. Según la Biblia, nuestra identidad en Cristo se refiere a la forma en que Dios nos ve y nos llama a ser en relación con Jesús.
Esto nos da una nueva identidad y propósito en la vida y nos transforma en una nueva criatura. A lo largo de la Biblia, Dios dice muchas cosas acerca de sus hijos y estas cosas constituyen nuestra verdadera identidad.
La identidad en Cristo es lo que Dios dice de nosotros y es nuestra identidad espiritual, aquella identidad con Dios que adoptamos gracias a Él al aceptar a Cristo como nuestro salvador.
En Colosenses 3:3-4, Pablo escribe:
“Porque ustedes ya han muerto y su vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, quien es nuestra vida, se manifieste, entonces también ustedes serán manifestados con él en gloria”.
Esto nos dice que nuestra vida está unida a la de Cristo y que nuestra identidad se encuentra en Él.
Además, en 2 Corintios 5:17, Pablo dice: “De modo que si alguno está en Cristo, es una nueva criatura; lo viejo ha pasado, ha llegado lo nuevo”.
Esto nos muestra que nuestra identidad en Cristo nos transforma y nos da una nueva vida.
Si estás buscando comprender mejor tu identidad en Cristo, la Biblia es una excelente fuente de sabiduría y orientación.
Continuemos estudiando para saber más sobre lo que la biblia dice acerca de este tema.
Qué significa tener identidad en Cristo
Tener nuestra identidad en Cristo significa que nuestra vida está unida a la de Jesús y que nuestra identidad se encuentra en Él.
Al aceptar a Jesucristo como nuestro salvador y seguir sus enseñanzas, somos adoptados como hijos de Dios y redimidos de nuestros pecados.
Así lo aprendemos del apóstol Paolo en Efesios 2:8-9:
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
Esto nos proporciona una nueva identidad y propósito en la vida y nos transforma en una nueva criatura.
Esto ya lo habíamos mencionado antes en parte, y lo encontramos 2 Corintios 5:17:
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Tener nuestra identidad en Cristo también implica vivir de acuerdo a los valores y principios que Jesús enseñó, como el amor, la justicia y la compasión hacia los demás.
Es así como nos lo enseña el Señor Jesús en Mateo 22:37-39:
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Este es el primero y grande mandamiento.
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Además, Jesús nos asegura que al seguir sus enseñanzas tendremos vida en abundancia.
Asi lo hace en Juan 10:10, cuando nos dice:
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Sin embargo, tener nuestra identidad en Cristo no significa vivir una vida perfecta, sino depender de la gracia de Dios y tratar de vivir de acuerdo a sus enseñanzas y valores.
Tener nuestra identidad en Cristo implica dejar de buscar nuestra identidad comparándonos con los estándares del mundo y, en su lugar, creer lo que Dios dice de nosotros.
Significa confiar en Dios en lugar de creer en nuestras inseguridades y en lo que los demás digan de nosotros. Implica ver a nosotros mismos a través de los ojos amorosos, compasivos y sinceros del Dios que nos formó y nos ama infinitamente.
Al tener nuestra identidad en Cristo, somos amados y aceptados tal y como somos, sin importar nuestras debilidades o pecados.
El Señor nos lo deja saber inequívocamente en Romanos 5:8:
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Esto nos recuerda que Dios nos ama incondicionalmente y que somos valiosos y dignos a sus ojos gracias a la obra de Jesucristo en la cruz.
Importancia de la identidad en Cristo
Tener identidad en Cristo es de gran importancia porque afecta todos los aspectos de nuestra vida. Nos da un sentido de pertenencia y propósito, así como una nueva relación con Dios.
Una de las formas principales en que la identidad en Cristo nos afecta es brindándonos un sentido de propósito y significado.
Comprendemos que Dios tiene un plan y propósito para nuestras vidas, y tener clara nuestra identidad en Cristo nos ayuda a entender cuál es ese propósito y cómo podemos cumplirlo.
Este sentido de propósito nos proporciona un sentido de dirección y motivación en la vida, y nos ayuda a vivir una vida más plena y significativa.
Además, tener una identidad en Cristo también afecta la forma en que nos relacionamos con los demás.
Como hijos de Dios, los cristianos estamos llamados a amar y servir a los demás, ya ser testigos del amor de Cristo. Esto implica compartir nuestra fe con otros, servir a los necesitados y establecer relaciones con los demás.
No solo eso, sino que son muchas las personas que hoy día sufren de falta de identidad; por eso, aceptar y expresar nuestra identidad en Cristo, como se expresa en la biblia, nos protege contra esos problemas.
La importancia de la identidad en Cristo radica en que gracias a ella podemos ser libres y felices en Dios.
Que ya no tenemos que someternos a estándares externos, ni tratar de ganar la aprobación de los demás, sino que en Dios somos plenos.
No es la sociedad, ni la moda, ni las redes sociales, ni la gente que hace bullying, la que define quienes somos, sino Dios mismo.
Eso lo cambia todo para nosotros.
En las siguientes clases veremos los que nos define y da identidad como hijos de Dios
Pst. F Tranfa
Reydereyes Madrid