Somos perdonados en Dios
Universidad de la Fe
Campus Madrid -Discipulado
SOY PERDONADO
INTRODUCCION:
Una de las bendiciones más especiales de la vida cristiana es el perdón. El salmista David escribió sobre la dicha del perdón. No solo por referencia, sino por experiencia.
“Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad
y en cuyo espíritu no hay engaño”
(Salmos 32:1,2).3.1.
LA VOLUNTAD DE DIOS NO ES CONDENAR AL MUNDO
- En una ocasión “Los escribas y fariseos trajeron a Jesús a una mujer sorprendida en adulterio y poniéndola en medio le dijeron: en la Ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, qué dices?” Ante la insistencia de ellos, Jesús respondió:
“El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella”.
Pero ninguno pudo hacerlo, pues todos estaban acusados por su conciencia. Uno por uno salieron y cuando la mujer quedó a solas con Jesús, él le dijo: “…Ni yo te condeno; vete y no peques más” (Juan 8:1-11). Jesús tenía autoridad para condenarla, pero no lo hizo. El no justifico el pecado: no dijo, Tranquila mujer, yo sé que esos escribas y fariseos son muy exagerados” Ni minimizo sus consecuencias. No le dijo: “Ese fue un error, una equivocación más” Tampoco lo toleró: le dijo, “Vete y no peques más”
- En una oportunidad también se lo dijo a un ciego que había sanado
“Después lo halló Jesús en el templo y le dijo: –Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te suceda algo peor” (Juan 5.14).
Esta es una demostración de su gracia salvadora. Jesús no vino para condenar al mundo
“Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él”
(Juan 3:17).
La voluntad de Dios no es que vivas en vergüenza y culpa El diablo es el acusador, pero no tiene potestad para condenar a nadie. El mismo está condenado
“Entonces dirá también a los de la izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”
(Mateo 25:41). Muchos cristianos viven acusados por el diablo. Es la mejor manera que Satanás ha encontrado para oprimir a los hijos de Dios. Algunos viven una vida muy triste como cristianos; una vida de culpa y vergüenza.
“La tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de lo cual no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte”
(2 Corintios7:10). Dios nos redarguye de pecado, nos guía al arrepentimiento, pero no es su propósito que vivamos tristes, avergonzados y culpables. Cuando Adán y Eva pecaron, Dios los confronto, pero no los destino a una vida de vergüenza y culpa. Al contrario le hizo un vestido para que cubrieran su vergüenza (véase Génesis 3.21).3.2.
JESUS VINO A SALVARNOS DE NUESTROS PECADOS
- Juan el Bautista afirmó:
“¡Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!” (Juan 1:29).
- El ángel le dijo a María:
“Le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21, véase también – 1 Juan 3:5).
En su ministerio Jesús dio a conocer que éste era su propósito “Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados —dijo al paralítico–:”
(Marcos 2:10).
- En su agonía en la cruz, Jesús manifestó su deseo de que todos fuesen incluidos. Aunque Cristo murió por todos, unos aceptarán su sacrificio, dejaran su pecado ,creerán en él y serán perdonados, pero otros morirán en su obstinación
“El que en él cree no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”
(Juan 3:18).
LA NECESIDAD DEL PERDÓN
El pecado nos separa de Dios
“Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23).
En el pecado vivimos bajo maldición
“Todos los que dependen de las obras de la Ley están bajo maldición, pues escrito está: “Maldito sea el que no permanezca las cosas escritas en el libro de la Ley, para cumplirlas”
(Gálatas 3:10).
JESÚS PROVEE EL PERDÓN A TRAVÉS DE SU MUERTE SUSTITUTIVA:
Él murió en nuestro lugar
“Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).
Cristo nos libró de la maldición de la ley entregando su vida y derramando su sangre para limpiarnos de nuestras inmundicias
“Cristo nos redimió de la maldición de la Ley, haciéndose maldición por nosotros (pues está escrito: “Maldito todo el que es colgado en un madero”)” (Gálatas 3:13).
Así nuestras culpas fueron anuladas y, nuestra posición delante de Dios cambió. Fuimos hechos justos por su muerte injusta; benditos por la maldición que pesó sobre Él, recibiendo así vida por su muerte y resurrección. Él ocupó nuestro lugar en la cruz; nosotros debemos ocupar su lugar en el mundo viviendo una vida santa y justa. Analizar a la luz de la escritura el sacrifico de Cristo, nos ayuda a entender el perdón que Dios nos ofrece, pero debemos también voltear la mirada y ver al ladrón arrepentido ya prender de él lo que significa un verdadero arrepentimiento. (Lucas 23:39-43).
LOS PASOS HACIA EL PERDÓN
Aunque la gente tilde de oportunista a este ladrón y de la misma manera lo haga con los que buscan a Dios para escapar de su mal, quedé maravillado al analizar su arrepentimiento. Creo que todos debemos aprender de este hombre lo que significa un arrepentimiento genuino y verdadero. El verdadero arrepentimiento significa:
Temer a Dios y apartarnos del mal. Quizás antes de este momento y al cometer sus fechorías no tenía el más mínimo temor a Dios. Pero en este momento su temor de Dios no le permitió participar con el otro ladrón en maldecir a Jesús, sino por el contrario lo reprendió
“Respondiendo el otro, lo reprendió, diciendo:–¿Ni siquiera estando en la misma condenación temes tú a Dios?” (v. 40).
Reconocer nuestro pecado y la justicia de Dios
“Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos” (v. 41a).Asumió la responsabilidad de su pecado y no se justificó delante de Jesús culpando a otros por su desgracia ¡Cuando dejaremos de exhibir nuestros trapos de
Reconocer a Jesús como el Cordero sin mancha ni contaminación, que fue ofrecido y sacrificado por nuestros pecados. (Refiriéndose a Jesús, el ladrón dijo “…Per oeste ningún mal hizo” (Lucas 23:41).
Clamar a la misericordia de Dios.
“Y dijo a Jesús: –Acuérdate de mí cuando vengasen tu Reino”
V. 42 Esto hizo el ladrón arrepentido y Jesús garantizo su perdón “Entonces Jesús le dijo: –De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso ”V. 43.Es bueno afirmar que sin Jesús no hay perdón. Somos perdonados por nuestra fe en Jesús. Si te justificas delante de Dios, tus pecados te condenarán, pero si asumes tu culpabilidad, tus pecados te son perdonados.
LAS BENDICIONES DEL PERDON
Quitar nuestras culpas y limpiar nuestro pecado. Fue lo que experimentó el profeta Isaías “Tocando con él sobre mi boca, dijo: –He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa y limpio tu pecado” (Isaías 6:7)Cuando recibiste a Jesús:
Él borró tus pecados
“Yo, yo soy quien borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados” (Isaías 43:25)
“Así que, arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de consuelo” (Hechos 3:19)
Dios no se acordará más de tus pecados
“Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades y echará a lo profundo del mar todos nuestros pecados” (Miqueas 7:19)
Dios te limpiara de todo pecado
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9)
Dios limpiará hasta lo más puro tus escorias. (Isaías 1:25). Quiero que aprendas esta gran verdad: Cuando confiesas al Jesús como tu Salvador es quitada tu culpa .Cuando confiesas tus faltas al Señor tus faltas, tu alma, tu corazón y tu cuerpo son limpios de todas tus impurezas (Isaías 6:7)
NUESTRA LUCHA SOBRE EL PERDON
Lo más difícil es creer en el perdón de Dios y perdonarnos a nosotros mismos. Los hermanos de José tuvieron esa lucha: no creían en el perdón de José y no se perdonaron a ellos mismos. Cuando su padre Jacob murió, ellos pensaron que José iba a tomar venganza sobre ellos. José debió sentirse tan triste que sus hermanos pensaran de esa manera y no creyeran en su perdón y bondad. Pienso que así debe sentirse Dios cuando no creemos en su perdón e inmensa bondad para con nosotros.“
Al ver los hermanos de José que su padre había muerto, dijeron: –Quizá nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos. Entonces enviaron a decir a José: “Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo: “Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque te trataron mal “; por eso, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre”. Y José lloró mientras hablaban. Llegaron también sus hermanos, se postraron delante de él y dijeron:–Aquí nos tienes. Somos tus esclavos.
Pero José les respondió: –No temáis, pues ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener con vida a mucha gente. Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, pues les habló al corazón ”
(Génesis 50:15-21).Creamos en la sinceridad de Dios al amarnos y perdonarnos y no vivamos más en temor, vergüenza y culpa.
VERSICULO PARA MEMORIZAR
“Volveré mi mano contra ti, limpiaré hasta con lejía tus escorias y quitaré todas tus impurezas y limpiare hasta lo más puro todas tus escorias”
(Isaías 1:25).