Soy Heredero de la Gloria de Dios
Universidad de la Fe
Campus Madrid -Discipulado
SOY TEMPLO DE DIOS
La primera vez que Jesús se refirió al cuerpo como un templo se encuentra en Juan2:19-22. Cuando echó fuera del Templo a los que vendían bueyes y palomas y a los cambistas allí sentados, en su declaración les dijo: —“ Destruid este templo y en tres días lo levantaré”. Entonces los judíos dijeron: —“En 46 cuarenta y seis años fue edificado este Templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? Mas Pero él hablaba del templo de su cuerpo” (Juan 2:19-21).
HAY DOS COSAS IMPORTANTES A SABER SOBRE EL TEMPLO:
El templo representaba la presencia de Dios entre el pueblo El templo como su predecesor el tabernáculo, era considerado un punto de encuentro entre el cielo y la tierra, el lugar donde el trascendente señor de todo se deleitaba en manifestar su gloria en medio de su pueblo Israel.
El propósito principal del Templo era la adoración a Dios. Cuando Jesús purificó el Templo, reafirmó Su propósito:
“Mi casa, casa de oración será llamada, pero vosotros la habéis hecho cueva de ladrones”
(Mateo 21: 12,13).Las tres afirmaciones que el Apóstol Pablo hace a la iglesia de Corinto en sus epístolas son como un llamado a la conciencia, a despertar a esta realidad tan importante y a reconocer que la presencia de Dios estaba en ellos; así que debían apartarse de la inmundicia y el pecado.
NUESTRO CUERPO ES TEMPLO DE DIOS
“¿Acaso no sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios está en vosotros?
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es” (1 Corintios 3:16-17) Él apóstol Pablo nos enseña que nuestro cuerpo es templo de Dios y, que el Espíritu Santo está en nosotros. Por ello nuestro cuerpo es santo y que no debemos vivir en pleitos y divisiones, cuyo origen es el pretender ser más sabios que los demás y de esta manera ofender y dañarlos.
NUESTRO CUERPO ES TEMPLO DE CRISTO
¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Y vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo : “Habitaré y andaré entre ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo”.
Por lo cual, “Salid de en medio de ellos y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo impuro; y yo os recibiré”
(2 Corintios 6:16,17), Este texto nos enseña que somos templos del Dios viviente, contrarrestando la idolatría que prevalecía en la iglesia.
“No hay acuerdos entre el Templo de Dios y los ídolos”
; que el mandamiento de Dios para nosotros es salir de en medio de los incrédulos, apartarnos y no tocar lo inmundo.
NUESTRO CUERPO ES TEMPLO DEL ESPIRITU SANTO
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual habéis recibido de Dios, y que no sois vuestros?”
(1 Corintios 6:19). Este texto nos enseña que nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo de Dios que mora en nosotros, en contraste con lo que pensaban los corintios:
“Pero el cuerpo no es para la inmoralidad sexual, sino para el Señor y el Señor para el cuerpo” (1 Corintios 6:13c).
ADVERTENCIA Y MANDAMIENTO
SE NOS ADVIERTE A NO DESTRUIR EL TEMPLO DE DIOS ¿Qué significa destruir el Templo de Dios?
Para algunos no destruir el templo de Dios es abstenerse de alimentos que pueden causar daño a la salud. Casi siempre cuando los creyentes piensan en esta advertencia tienen en mente la salud física.
Otros piensan que significa abstenernos del pecado. El apóstol Pablo nos exhorta en esa dirección
“No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus apetitos; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia” (Romanos 6:12-13).
Creo que destruir el templo de Dios es causar daño a nuestros hermanos en Cristo. Si analizamos el contexto vemos que Pablo está contrarrestando los celos, contiendas y divisiones entre los hermanos (véase 1 Corintios 3). Cada creyente es templo de Dios y causar daño a algunos de ellos es destruir el templo de Dios. Cuando criticamos, ofendemos, defraudamos y hacemos cualquier mal en contra de un hermano estamos destruyendo el templo de Dios. La respuesta de Dios es que él nos destruirá. Conocemos acerca del celo que Dios tiene por su templo por la escritura que dice “El celo de tu casa me consume” y el relato bíblico cuando Jesús echo a los cambistas del templo. Pero se ha detenido a pensar en ese mismo celo que Dios .siente cuando dañamos a nuestros hermanos. Si está pensando que base tengo para hacer esta afirmación, lea 1 Tesalonicenses 4:6 y saque sus propias conclusiones
“Que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano, porque ,como ya os hemos dicho y testificado, el Señor es vengador de todo esto.”
SE NOS MANDA A GLORIFICAR A DIOS EN NUESTRO CUERPO
“Pues habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (1 Corintios 6:20)¿Qué significa glorificar a Dios en nuestro cuerpo?
Limpiarnos de todo pecado
“Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2 Corintios 7:1).
Presentar nuestro cuerpo a Dios “Como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios”
(Romanos 12:1) para hacer su voluntad. Dispuestos a obedecerlos y hacer las cosas que son agradables delante de él. Es presentar nuestros miembros a Dios
“Como instrumento de justicia” (véase Romanos 6:13). Dispuestos a servir a Dios. Pablo dijo:
“…Yo mismo me gastare del todo por amor de vuestras almas…”
(2 Corintios 12:15). Sirva a Dios. Ame a Dios con todas sus fuerzas. Haga cualquier sacrificio o esfuerzo por la obra de Dios.
Que hermoso es saber que nuestra identidad en Cristo, se basa en conocer que soy un hijo de El , soy perdonado , soy escogido , he sido llamado , soy heredero pero también soy templo de Dios. Aleluya…..
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR
“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual tenéis está en vosotros, el cual habéis recibido de Dios, y que no sois vuestros?”
1 Corintios 6:19