Clase 7 Primera marca de una iglesia sana “Un entendimiento bíblico de la predicación expositiva”
Discipulado: Universidad de la FE
Campus Madrid
La predicación expositiva como marca de una iglesia sana.
Hemos decidido que queremos iglesias sanas. Queremos congregaciones de personas que relejen cada día más el carácter de Dios como ha sido revelado en su Palabra.
No importa si las iglesias son grandes. No importa si son pequeñas. No importa si sin urbanas o rurales, tradicionales o contemporáneas. No importa que se reúnan en casas, edificios, escuelas o en tiendas. Solamente que desplieguen al mundo cómo es nuestro santo y amoroso Dios. Que estas iglesias testifiquen de la maravillosa gloria de Dios de palabra y de hecho.
La pregunta que debemos considerar ahora es la siguiente:
“¿qué marca una iglesia sana?”.
Si estuviéramos hablando de mantener un cuerpo físico saludable, la conversación tendría que dirigirse a comer una dieta balanceada, ejercitarse, dormir suficiente, etc. ¿Qué del cuerpo de la iglesia?
En esta sección y en la siguiente explicaré nueve marcas de una iglesia sana. Estas marcas no son todo lo que se puede decir acerca de la iglesia. Incluso, estas marcas no son necesariamente las cosas más importantes acerca de una iglesia. Por ejemplo, el bautismo y la santa cena son aspectos esenciales de una iglesia bíblica. Esto te lo pueden confirmar los estudiosos de la historia de la iglesia. Sin embargo, estas prácticas no son discutidas aquí. Esto se debe a que, virtualmente, toda iglesia por lo menos hace el intento de llevarlas a cabo. Los nueve atributos que a continuación discutiremos son marcas que distinguen una iglesia sólida, sana y bíblica de sus hermanas más enfermizas.
Estas nueve marcas reciben poca atención hoy en día y, por lo tanto, hay una necesidad especial de traerlas al centro de atención y de ser cultivadas en nuestras iglesias.
En esta sección describiré lo que llamo las tres marcas esenciales de una iglesia saludable. Las marcas esenciales son, en todo sentido, esenciales.
Quita la predicación expositiva, la teología bíblica y un entendimiento bíblico del evangelio y verás la salud de esa iglesia declinar rápida y radicalmente. De hecho, espera
que esa iglesia muera pronto (aunque sus puertas técnicamente continúen abiertas).
Tristemente, la historia de la iglesia está llena con incontables ejemplos de pastores quienes, posiblemente con buenas intenciones, se esforzaron por hacer de sus iglesias más “relevantes” o “a la moda” comprometiendo una de estas tres marcas. En cierto modo, intentaron ser más sabios que Dios. Amigo, no sigas su ejemplo.
¿Por qué soy tan fuerte en este punto? Por la misma razón que desanimaría a alguien a ir a un restaurante donde no sirven comida, sino solo fotografías de comida. ¡La Palabra de Dios, y solamente la Palabra de Dios, da vida!
Primera marca de una iglesia sana es el tipo de predicación que allí se predica Una Iglesia sana debe tener una predicación expositiva.
Si una iglesia sana es una congregación en la que se muestra cada vez más el carácter de Dios tal y como ese carácter ha sido revelado en su Palabra, el lugar más obvio para comenzar a ediicar una iglesia sana es llamar a los cristianos a oír la Palabra de Dios. La Palabra de Dios es la fuente de toda vida y salud. Es lo que alimenta, desarrolla y conserva la comprensión que tiene una iglesia del evangelio mismo.
Lo que es Fundamentalmente, esto significa que tanto los pastores como las congregaciones deben comprometerse con la predicación expositiva. La predicación expositiva es el tipo de predicación que, simplemente, expone la Palabra de Dios. Toma un pasaje particular de la Escritura, lo explica y luego aplica el significado del pasaje a la vida de la congregación. Es el tipo de predicación más orientado para llegar a lo que Dios dice a su pueblo, así como a aquellos que no son su pueblo. Un compromiso con la predicación expositiva es un compromiso con oír la Palabra de Dios.
Hay muchos otros tipos de predicación. La predicación temática, por ejemplo, recoge uno o más textos bíblicos acerca de un tema en particular, como por ejemplo el tema de la oración o el tema de dar. La predicación biográfica toma la vida de alguien en la Biblia y retrata la vida del individuo como una muestra de la gracia de Dios y como un ejemplo de esperanza y fidelidad. Y estos otros tipos de predicación pueden emplearse útilmente en ocasiones. Pero la dieta regular de la iglesia debe consistir en la explicación y la aplicación de porciones de la Palabra de Dios.
La práctica de la predicación expositiva asume la creencia de que lo que Dios dice es autoritativo para su pueblo. Asume que su pueblo debería oír y necesita oír su Palabra. Si quitas la Palabra privas a nuestras congregaciones de lo que Dios pretende usar para moldearnos a su imagen. La práctica de la predicación expositiva también asume que la intención de Dios es que la iglesia aprenda de ambos Testamentos, así como de todos los géneros de la Escritura: ley, historia, sabiduría, profecía, los Evangelios y las Epístolas. Un predicador expositivo que predica a través de los libros de la Biblia y que regularmente rota entre los diferentes Testamentos y géneros de la Escritura, creo yo, es como una madre que sirve comida a sus niños de cada tipo de alimentos, no solo de sus dos o tres comidas favoritas.
La autoridad de un predicador expositivo comienza y termina con la Escritura. Así como a los profetas del Antiguo Testamento y a los apóstoles del Nuevo Testamento no solo les fue dada una comisión para ir y hablar, sino que también para dar un mensaje en particular, los predicadores cristianos de hoy tienen autoridad para hablar de parte de Dios siempre y cuando hablen las palabras de Dios.
A veces la gente confunde la predicación expositiva con el estilo particular de un predicador expositivo que han escuchado. Pero la predicación expositiva no es fundamentalmente una cuestión de estilo. Como otros han observado, la predicación expositiva no se trata tanto de cómo un predicador dice lo que dice, sino de cómo un predicador decide qué decir. ¿Es la Escritura la que determina nuestro contenido o es algo más? La predicación expositiva no está marcada por una forma o estilo particular. Los estilos variarán. En cambio, está marcada por un contenido bíblico.
A veces la gente confunde la predicación expositiva con leer un versículo y luego predicar acerca de un tema vagamente relacionado con ese versículo. Sin embargo, cuando un predicador exhorta a una congregación sobre un tema de su elección, utilizando textos bíblicos solo para respaldar su punto de vista, nunca predicará más de lo que ya sabe. Y la congregación solo aprenderá lo que el predicador ya sabe.
La predicación expositiva requiere más que esto. Se requiere una cuidadosa atención al contexto de un pasaje, ya que tiene como objetivo hacer que el mensaje principal del texto bíblico sea el mensaje principal del sermón. Cuando un predicador exhorta a una congregación predicando un pasaje de la Escritura en contexto —en el que el tema del pasaje es el tema de su sermón— tanto él como la congregación van a terminar escuchando cosas de Dios que el predicador no tenía intención de decir cuando se sentó a estudiar y a prepararse para el sermón por primera vez.
Esto debería tener sentido cuando pensamos en cada paso de nuestras vidas cristianas, desde nuestro primer llamado al arrepentimiento hasta la más reciente obra de convicción del Espíritu.
Cada paso de crecimiento en la gracia, ¿no ha tenido lugar cuando oímos de parte de Dios de maneras que no habíamos oído antes? El ministerio de un predicador debe caracterizarse por esta forma práctica de sumisión a la Palabra de Dios. No obstante, no nos engañemos: es igualmente la responsabilidad de la congregación asegurarse de que esto sea llevado a cabo por sus predicadores.
Jesús asume que las congregaciones tienen la responsabilidad final de lo que sucede en una iglesia en Mateo 18, al igual que lo hace Pablo en Gálatas 1. Una iglesia, por tanto, nunca debe dar a una persona la supervisión espiritual sobre el cuerpo si tal persona no muestra un compromiso práctico con oír y enseñar la Palabra de Dios. Cuando lo hace, dificulta su crecimiento, lo que garantiza que no va a madurar más allá del nivel del pastor. La iglesia lentamente será conformada a la imagen del pastor, en lugar de a la
imagen de Dios.
La forma en que Dios siempre obra El pueblo de Dios siempre ha sido creado por la Palabra de Dios. Desde la creación en Génesis 1 al llamado de Abram en Génesis 12, desde la visión del valle de los huesos secos en Ezequiel 37 hasta la venida de la Palabra viva, Jesucristo; Dios siempre ha creado a su pueblo por su Palabra. Como escribió Pablo a los
Romanos: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Ro. 10:17). O, como escribió a los Corintios: “Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación” (1 Co. 1:21).
La predicación expositiva sana es a menudo la fuente del verdadero crecimiento en una iglesia. Martín Lutero vio que atender cuidadosamente a la Palabra de Dios supuso el inicio de la Reforma.Nosotros, también, debemos comprometernos a ver nuestras iglesias reformándose siempre por la Palabra de Dios.
Consejo practico aplícalo
Cristiano, ora por tu pastor; para que él se comprometa a estudiar la Escritura con rigor, con cuidado y con seriedad. Ora para que Dios le guíe a entender la Palabra, para aplicarla a su
propia vida y para aplicarla con sabiduría a la vida de la iglesia (ver Lc. 24:27; Hch. 6:4; Ef. 6:19-20). También, concede tiempo a tu pastor durante la semana para que prepare buenos sermones. La predicación es el componente fundamental del pastorado. Entonces, dale palabras de aliento diciéndole de qué forma su fidelidad a la Palabra te ha hecho crecer en la gracia de Dios.
Pastor, ora por estas cosas para ti mismo. Ora también por otras iglesias de tu barrio, ciudad, país, y de todo el mundo, para que prediquen y enseñen la Palabra de Dios. Finalmente, ora para que nuestras iglesias se comprometan a oír la Palabra de Dios predicada expositivamente, para que el plan de cada iglesia sea moldeado cada vez más por el plan de Dios en la Escritura.
El compromiso con la predicación expositiva es una marca esencial de una iglesia sana.